A fines de 2015, la escuela nº 294 de Jaureguiberry será el primer edificio en el que su edificación, energía eléctrica, agua potable, calefacción y algunos alimentos sean completamente autosustentables.
La escuela nº 294 de Jaureguiberry, en Canelones, dejará su edificio actual para pasar a funcionar en un nuevo centro que será autosustentable. Contará con paneles solares, molinos de viento e invernaderos para la generación de alimentos.
La idea surge de Earthship Biotecture, una empresa que se dedica a la construcción de comunidades sustentables en el mundo; y que Martín Espósito junto a un equipo contactaron para realizar el primer proyecto con estas características en Uruguay.
En primera instancia se acercaron a Anep, quien designó la escuela beneficiaria del proyecto; y desde hace cuatro años trabajan para ponerlo en marcha.
“Jaureguiberry hace 25 años que estaba pidiendo una escuela propia. Hoy funciona en una casa alquilada, con espacio para unos 34 niños, está muy apretada y no es una casa de Anep, sino gestionada por la propia comunidad”, contó a 180 Martín Espósito.
Así es que el nuevo edificio va a tener 270 metros cuadrados y espacio para unos 100 niños; va a ser autosustentable en cuanto a energía eléctrica, agua potable, calefacción y algunos alimentos que surgirán de invernaderos.
“Para la parte de electricidad va a haber paneles fotovoltaicos y molinos de viento; para la parte de agua el techo tiene una superficie de recolección de agua que se almacena luego en cuatro tanques que van enterrados detrás del terraplén y después de una purificación salen para utilizarse; y además los invernaderos internos que van a permitir que haya una buena cantidad de alimentos y plantas”, desarrolló Espósito.
Para levantar el edificio vendrá un grupo de 17 norteamericanos, incluido arquitecto Michael Reynolds responsable de Earthship Biotecture y conocido como “el guerrero de la basura”; y 80 voluntarios de Uruguay y otros puntos de Latinoamérica.
Las obras se realizarán entre octubre y diciembre de este año, de modo que en 2016 los niños empiecen las clases en este nuevo centro.
Para la construcción se utilizarán neumáticos, botellas, latas, cartón u otros desechos, así como también materiales convencionales de obra, tierra y madera.
La financiación del proyecto surge de empresas privadas a través de sus programas de responsabilidad social empresarial, y de lo que pagan algunos trabajadores que utilizan la experiencia de la obra como academia de aprendizaje.
“Todas las personas que vengan a construir van a quedar capacitadas para seguir construyendo, o sea que el efecto replicador va a ser algo importante en el proyecto”, indicó Espósito.
Fuente: Portal 180 de noticias, Montevideo, Uruguay
No hay comentarios:
Publicar un comentario