lunes, 29 de diciembre de 2014

Delfinario Dolphin Discovery en Punta Cana

Delfinario Dolphin Discovery en Punta Cana

Extraído de publicaciones por INSAPROMA:

Después que INSAPROMA acompañado de la Academia de Ciencias y la Fundación de Estudios Marinos (FUNDEMAR) interpusieran un recurso en nulidad de licencia ambiental emitida de manera ilegal por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, a favor de delfinario Dolphin Discovery en Punta Cana, le han escrito al Ministro instituciones internacionales repudiando dicha acción permisible contraria a los dictados de la legislación ambiental y a los tres informes de los propios técnicos del Ministerio.
Lean esta carta adjunta remitida al Ministro de Medio Ambiente por:
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Este es el comienzo de un proceso judicial y de una campaña internacional que están diseñando las organizaciones protectoras del ambiente nacional e internacional, que culminará con un compromiso nacional de las autoridades de protección efectiva de los mamíferos marinos y del cumplimiento de la Ley Ambiental.

VER CARTA:

Imagen en el mensaje


15 de Diciembre 2014

Honorable Dr. Bautista Antonio Rojas Gómez
Ministro de Medio Ambiente de Recursos Naturales
Santo Domingo, República Dominicana
Por correo electrónico: elizabeth.heredia@ambiente.gob.do

Su excelencia Ministro Gómez:

Le escribimos en nombre del Instituto de Bienestar Animal (AWI) y Conservación de Ballenas y Delfines (WDC), y sus miles de miembros a nivel mundial en referencia a la Licencia Ambiental N ° 0245-13, para la construcción de un delfinario en la localidad de Punta Cana, La Altagracia. Esta licencia se emitió originalmente para una empresa comercial la cual no incluía un delfinario, pero fue alterada una vez iniciada la construcción para permitir la construcción de una instalación de delfines, sin la realización de las evaluaciones ambientales apropiadas. Esto fue en violación de la Ley General de Medio Ambiente y Recursos Naturales N ° 64-00 y la Resolución N ° 01-2008, que regula la Posesión, Manejo y Exhibición de los  Mamíferos Marinos.

Solicitamos urgentemente a su Ministerio detener la construcción de esta instalación ilegal, y recomendamos que su Ministerio declarare una moratoria para la construcción de nuevos delfinarios. Además, se debe emitir una moratoria permanente a la importación de delfines en la República Dominicana, con el fin de desalentar el creciente comercio mundial de delfines capturados en el medio silvestre. Entendemos que los 8 delfines recientemente importados en la República Dominicana para esta nueva instalación probablemente fueron capturados originalmente en el medio silvestre de Cuba.

Además, creemos necesaria una evaluación y revisión completa de todos los delfinarios del país (hay por lo menos cinco) para asegurar la salud y el bienestar de los animales en poder de estas instalaciones. Ante este incidente, en el que una licencia se emitió y luego fue alterada ilegalmente, recomendamos a los organismos pertinentes dentro de su ministerio llevar a cabo una revisión de la implementación, aplicación y cumplimiento de la Ley General No. 64-00 y la Resolución No. 01- 2008.

Visión General

Nuestras organizaciones se oponen firmemente a las propuestas para construir nuevos delfinarios. La construcción de los delfinarios es un retroceso para cualquier región. El verdadero ecoturismo tiene un costo mínimo para el medio ambiente y los máximos beneficios para la comunidad local. Los delfinarios en nuevas áreas no cumplen ninguna de estas normas. La construcción de un delfinario es un esfuerzo de alto impacto, a menudo requieren la interrupción ambiental sustancial. A pesar que algunos argumentan que estas atracciones turísticas beneficiarán a los residentes locales (un elemento esencial del ecoturismo), el desarrollo de los delfinarios modernos generalmente requiere una experiencia que no es local, lo que significa que los puestos de trabajo mejor remunerados (es decir, la mayoría de los ingresos) serán para los no-nacionales.

Además, la práctica de exhibir delfines para el público es cada vez más controvertida. Desde hace un tiempo, SeaWorld, líder en la realización de espectáculos de ballenas y delfines, ha sufrido varios reveses recientes debido a los problemas de seguridad de los empleados y preocupación por el bienestar animal. Recientemente, una propuesta para importar ballenas beluga silvestres capturados desde Rusia a los Estados Unidos generó gran polémica con el público estadounidense y dio lugar a que la solicitud del permiso fuese negado por el organismo pertinente del gobierno de Estados Unidos. De hecho, la construcción y operación del delfinario está en declive en el mundo desarrollado; y aumentando sólo en el mundo en desarrollo. Esta es una tendencia preocupante, dada la falta de expertos en estas regiones, en particular en el Caribe.

Las propuestas de delfinarios a veces proporcionan a los funcionarios del gobierno información inexacta, obsoleta, y sesgada sobre las capturas de delfines. AWI y WDC ofrecen la siguiente información y puntos de vista en apoyo a nuestras peticiones.

Poblaciones silvestres de delfines  y Ecosistemas

Hay una elevada probabilidad de que el nuevo delfinario contendrá en sus instalaciones, al menos parcialmente, delfines capturados del medio silvestre, según creemos los animales vendrán de una instalación de Dolphin Discovery en Tortola y la mayoría de los delfines son capturados en el medio silvestre (de Cuba). Sin embargo, cualquier expansión de la industria de la exhibición de delfines a través de la construcción de nuevos delfinarios aumenta la demanda de capturas en el medio silvestre.

La demanda de capturas de delfines silvestres no solo hace daño al individuo capturado - puede poner en peligro las poblaciones de delfines y el ecosistema marino (Reeves et al., 2003). La captura, incluso  de unos pocos animales puede resultar en la muerte o heridas de muchos más delfines, ya que las actividades de captura implican un intenso hostigamiento de uno o varios grupos. Además, puede afectar negativamente a las poblaciones de delfines ya mermadas por la eliminación de miembros reproductivos del grupo. El Servicio Nacional de Pesca (NMFS) de Estados Unidos ha reconocido que "Los animales en el medio silvestre para el mantenimiento permanente en cautividad a menudo representan sólo una parte de la “toma o extracción)” de la población total : (“tomar o extraer”) está definido en la legislación estadounidense como la matanza, la captura, provocación de heridas, o acoso  durante una operación de captura en vivo "(NMFS 1989,
p. 33). Además, la interrelación social en estas especies  que son altamente sociables puede ser interrumpida cuando se extraen los individuos claves, ya sea a través de la mortalidad natural o como resultado de las operaciones de caza o captura (Wells 2003; Lusseau y Newman 2004; Williams y Lusseau 2006).

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza hace  notar de que los delfines no deben ser retirados de la naturaleza, a menos que su población haya sido evaluada a fondo. Acuerdan que el retiro de los individuos pueden reducir la viabilidad a largo plazo de una población y poner en peligro su rol  en un ecosistema. Evaluaciones exhaustivas incluirían "la delimitación de las fronteras de valores, la abundancia, la capacidad de reproducción, la mortalidad y el estado (tendencia)" (Reeves et al. 2003, p. 17) y no puede ser llevado a cabo sin una inversión significativa de tiempo y financiamiento. Sin una voluntad de invertir los recursos necesarios para hacer una evaluación de la población adecuada y son muy pocos   operadores los que han exhibido una  captura responsable por lo cual se  ha demostrado que no deberían apoyar el establecimiento de delfinarios abastecidos por animales capturados en la naturaleza o la importación de delfines lo cual podría llevar a tal acción de capturas adicionales en el medio silvestre.

Impactos Ambientales

Corrales marinos y recintos con enlaces directos con el mar  se encuentran en los hábitats de los arrecifes de coral representan un riesgo para los arrecifes. Los delfines producen una gran cantidad de residuos - si el flujo de las mareas es inadecuado en el lugar del recinto, éstos pueden acumularse alrededor de los arrecifes, causando niveles anormales de crecimiento de las algas, que sofoca y mata a los corales. La biodiversidad en estos arrecifes disminuye sustancialmente - un estudio realizado por Goreau (2003) sugiere que este impacto negativo en los arrecifes cerca de los corrales de delfines ya ha ocurrido en Cozumel, México. Además, el detritus de la descomposición, los peces no consumidos (así como la materia fecal y desperdicios de infraestructura turística asociada, tales como inodoros) puede tener un impacto significativo en los ecosistemas marinos cercanos.

Además, la extracción de delfines del medio silvestre puede resultar en (actualmente) impactos desconocidos pero potencialmente nocivos para el medio ambiente local, sobre todo cuando se sabe tan poco sobre muchos ecosistemas marinos y las poblaciones de delfines. Los mamíferos marinos, como depredadores de nivel superior, pueden desempeñar un papel importante y beneficioso en el mantenimiento de la salud de las poblaciones de peces (Kaschner y Pauly 2004).

Si la construcción de la instalación propuesta en Punta Cana implicará el dragado y la eliminación física de los corales y de sustrato, los impactos de estas actividades deben ser evaluadas adecuadamente, hecho que al parecer aún no ha sucedido ya que la licencia no cubría originalmente un delfinario. La ubicación para el delfinario puede no tener flujo de la marea adecuada para mantener la distribución y repuesta adecuada del agua. El dragado periódico de la instalación creada puede ser necesario, lo que puede causar un estrés a los delfines, a la vez que contribuye a un mayor deterioro del medio ambiente costero.

Peligros para los humanos en el nado-encuentros con delfines

El delfinario Dolphin Discovery en Punta Cana proporcionará (NCD) encuentros de nado con el delfín. Estos representan un peligro para los humanos. Los delfines son portadoras de enfermedades que pueden ser transmitidas a los seres humanos (y viceversa) (Geraci y Ridgway 1991; Mazet et al., 2004). Además, son animales salvajes y son impredecibles, incluso cuando están entrenados. No es raro que las personas se lesionen al nadar con delfines en cautiverio (NMFS 1990). Incluso los entrenadores con amplia experiencia han resultado gravemente heridos por los delfines con los que trabajan (Defran y Pryor 1980; Parsons 2012). La mayoría de los participantes y los funcionarios del gobierno no son conscientes de las lesiones que sufren las  personas al nadar con los delfines en cautiverio, ya que éstas no suelen ser reportadas. Tales lesiones incluyen huesos rotos, lesiones internas, y heridas graves. Además de las 18 lesiones documentados por el NMFS en un plazo de cinco años, muchos más no fueron denunciadas durante este tiempo. En general, creemos que este tipo de incidentes siguen sin denunciarse.

Bienestar y Sobrevivencia de delfines

La falta de control ambiental en los corrales marinos y recintos que tienen un vínculo directo con el mar a menudo puede hacerlos inadecuados o poco adecuados para el mantenimiento de los delfines. Por ejemplo, la temperatura del agua no se puede controlar en corrales, lo que puede forzar a los delfines a permanecer en aguas poco profundas con exposición excesiva al sol, resultando en temperaturas poco naturales y algunas veces peligrosamente altas.

Como se señaló anteriormente, respecto a los impactos sobre los arrecifes cercanos, la calidad del agua a menudo no puede ser controlada de forma adecuada en los corrales, incluso cuando se instalan bombas u otros dispositivos de movimiento de agua similares. Los Delfines en cautiverio pueden ser obligados a permanecer en el agua estancada poco profunda adyacente a la actividad humana,  que puede contener concentraciones considerablemente más altas de contaminantes marinos de los que se encontrarían en su hábitat natural. Obviamente, esta exposición a la contaminación del mar puede conducir a su enfermedad y  muerte.

La exposición a sonidos fuertes - en el aire y bajo el agua - puede estresar los delfines. La sensibilidad auditiva de los delfines es bien conocida y numerosos estudios, muchos en curso, están documentando los efectos dañinos que el ruido antropogénico puede tener sobre ellos (véase, por ejemplo, Comisión de Mamíferos Marinos de 2007). El sonido viaja muy bien a través del agua y (por ejemplo, aviones, música) sonidos incluso en el aire pueden penetrar en la interfase aire-agua y ser escuchados por los animales en cautiverio. Cuando los delfines no pueden retirarse de prolongados sonidos fuertes, esto puede resultar en estrés fisiológico y daño. (véase, por ejemplo, Wright et al., 2007).

Las instalaciones en zonas con huracanes y tifones son un riesgo adicional. Una instalación con base en tierra en el estado de Mississippi fue completamente destruida por el huracán Katrina en 2005 y varios animales, entre ellos ocho delfines, fueron arrastrados hacia el mar y heridos. Por lo que se muestra, que la seguridad de los delfines o está asegurada con solo moverlos de una instalación de mar hacia tierra, un plan de contingencia común para las instalaciones en corrales.

La captura y el transporte son indiscutiblemente estresantes y peligrosos para los delfines. Indicadores fisiológicos de estrés asociados a la captura y cautiverio incluyen aumento de las hormonas del estrés (Thompson y Geraci 1986; St. Aubin y Geraci 1988; Curry 1999;. Schmitt et al 2010) y la función celular alterada (Noda et al., 2007). Pequeñas y DeMaster (1995a) encontró que las tasas de mortalidad de los delfines nariz de botella capturados se dispara hasta seis veces inmediatamente después de la captura y no baja a niveles "normales" durante un máximo de 35 a 45 días. Además, los delfines se enfrentan a este riesgo elevado de mortalidad cada vez que son transportados, incluso después de largos períodos de cautiverio; en fin, nunca se acostumbran a ser transportar, a pesar de los métodos de transporte mejorados.

Hasta donde sabemos, no hay estudios revisados todavía que demuestren que la vida media o máxima de delfines es estadísticamente mayor en cautividad que en la naturaleza, a pesar de las reclamaciones de las asociaciones profesionales de delfinarios. De hecho, dos estudios (Pequeñas y DeMaster 1995b;. Woodley et al 1997) determinaron que las tasas de supervivencia de los delfines mulares hasta mediados de la década de 1990 se mantuvo persistentemente más bajos que en los animales criados en libertad (aunque las diferencias no fueron estadísticamente significativas). Aunque esto indica que la cría de delfín ha mejorado con los años, no lo ha hecho en la medida en que los delfines viven más tiempo en cautiverio. Esto es notable teniendo en cuenta que uno podría esperar que los delfines cautivos vivan más tiempo (al igual que muchos las especies terrestres de vida silvestre en los parques zoológicos) a causa de la atención veterinaria, una fuente fiable y abundante de alimentos, y la protección de los depredadores y la contaminación.

Como resultado de estos datos, así como la preocupación pública, no ha habido una captura de delfines en aguas de Estados Unidos para la exhibición pública desde 1993. Una moratoria voluntaria ha estado en vigor desde 1989, para la captura de delfines nariz de botella en el Golfo de México y a lo largo de la costa atlántica de Estados Unidos. Los gobiernos de varios países ya han negado el permiso para capturar delfines del medio silvestre para su exhibición pública. En la última década, el secretario de Medio Ambiente de México declaró una moratoria en la captura de delfines en el medio silvestre y el gobierno de Antigua revocó un permiso que había emitido anteriormente por la captura de hasta 12 delfines cada año de las aguas locales. A mediados de la década de 2000, Panamá optó por no emitir un permiso para la captura, e sus aguas, de  80 delfines por cinco años. Una reciente petición de instalaciones en Estados Unidos para importar ballenas beluga silvestres capturados de Rusia se le negó en agosto de 2013, por el NMFS.

Valor Educativo
AWI y WDC no conocen ningún estudio probado  que documente que la exposición y, o interacción con los delfines en cautiverio, aumenta el nivel de conocimiento de la opinión pública o la preocupación acerca de los delfines y el medio ambiente. La encuesta realizada por la industria de la exhibición pública y publicado como un libro blanco fue criticado desfavorablemente por sus métodos y resultados,(Marino et al. 2010). Una audiencia del Congreso de EE.UU., celebrada en abril de 2010, sobre el tema de la educación a través de las demostraciones públicas de mamíferos marinos discute muchas de las preocupaciones que tenemos con este tipo de aprendizaje. "informal" De hecho, no hay razón para creer que las atracciones con delfines en cautiverio en realidad maleducan al público sobre la vida silvestre y el medio ambiente marino. No sólo el público no aprende mucho, en todo caso, sobre la vida real de los delfines, pero son llevados a creer que los trucos que ven son comportamientos naturales de delfines, y que los delfines tienen valor sólo en el contexto de su relación con los seres humanos .

Conclusión

Varios países, estados y condados han prohibido la exhibición pública de las ballenas y delfines. Carolina del Sur en los Estados Unidos lo hizo en 1992; El condado de Maui en Hawai en 2002; Costa Rica y Chile, en 2005; Croacia y Hungría en 2009; y la India en 2013. Suiza prohibió la importación de delfines en 2012, dejando el delfinario restante para cerrar cuando sus últimos delfines murieran o fueron exportados. Estas decisiones fueron en parte resultado de la información recibida de los grupos de defensa como la nuestra. Teniendo en cuenta estas tendencias, el negocio de exhibición de delfines parece cada vez más anacrónica en el siglo 21 y tal vez una mala apuesta como una inversión turística.

La exhibición pública de las ballenas y los delfines está disminuyendo en popularidad en el mundo desarrollado. Sería regresivo para la República Dominicana ampliar el número de delfinarios en el País, cuando la popularidad de este tipo de exposición ya alcanzó su punto máximo y comenzado un descenso global.

En lugar de ofrecer un atractivo turístico obsoleta, redundante, y artificial de la fauna, la República Dominicana debe seguir promoviendo su belleza natural. Un plan de turismo verdaderamente progresista en la República Dominicana ofrecería opciones amigables con el ambiente para los visitantes e invitados. Nuestras organizaciones tienen experiencia en ecoturismo marino y estarían encantados de discutir opciones que agregan y mejorar la reputación de la República Dominicana como un destino natural rico y diverso con usted.

Esperamos que la información en esta carta puede contribuir al reconocimiento de que la construcción de un nuevo delfinario, incluso si es sólo muestra de animales criados en cautividad, es regresiva, tanto ambiental como económicamente. AWI y WDC solicitan respetuosamente su ministerio para revocar la licencia concedida para el nuevo  delfinario en Punta Cana. Le instamos en su lugar a considerar seriamente los esfuerzos turísticos alternativos que serían verdaderamente responsables con el medio ambiente y más atractivos económicamente.
Gracias por su consideración de nuestros puntos de vista sobre este importante asunto y por favor, háganos saber si le podemos proveer con más información.


Atentamente,





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